Reforma integral de un inmueble antiguo de techos altos cerca de Plaza de España destinado al alquiler, con el objetivo de incrementar su valor en el mercado con una inversión muy acotada.
Se estudia una nueva distribución, menos compartimentada, que se adapte mejor a un estilo de vida moderno y dote de mayor luz natural a un piso oscuro por su orientación. Para ello se abren estancias, eliminando casi por completo el pasillo, convirtiendo la cocina en el eje principal de la vivienda, siendo un espacio de transición desde la zona más pública a la más privada. Se opta por no llevar la mayoría de la tabiquería hasta el techo y permitir el paso de la luz por encima de estos, creando una vivienda mucho más luminosa.
En la materialidad se ha optado por utilizar elementos resistentes y de fácil mantenimiento por el uso al que está destinado, como el suelo porcelánico imitación madera o las encimeras de cuarzo compacto. Como gama cromática se opta colores neutros como la madera, los tonos grises y el blanco predominante, haciendo de la vivienda un lienzo que se adapte a los gustos de cualquier inquilino.